domingo, 6 de febrero de 2011

Del Primer al último Borbón....

Soy republicana por convencimiento y con convicción. Por no ser no soy ni Juan carlista, termino que viene a decir que de monárquico se es más bien poco, pero que Juan Carlos s cae muy bien. Ni me cae bien ni me cae mal, la verdad es que me es indiferente como persona y como institución creo que nos hace parecer – aun más si cabe- un país de opereta o de tragicomedia, según se mire.

La visión que tengo de la nobleza es aun peor de la que tengo de la monarquía, que ya es decir. Los títulos nobiliarios me parece la cosa mas carpetovetónica que uno se pueda echar en cara, dignos protagonistas de los cuentos infantiles de la época de María Castaña y muy desfasados en estos tiempos que corren, pero son como las meigas, o peores, y haberlos haylos.

Esta semana son dos las acciones que tienen que ver con un Borbón – dinastía a la que pertenece la actual monarquía española y a la que como catalana, ya ni digamos como republicana, tengo muy pocas simpatías. Y digo pocas por no decir ningunas – que han exacerbado mi ya latente anti monarquismo.

Por un lado el pasado 4 de febrero al Rey no se le ocurre otra cosa que ponerse a repartir marquesados como quien reparte caramelos en una fiesta infantil. Y así a voz de pronto nos encontramos con dos nuevos marqueses a los que todos conocemos. EL Marques de Vargas Llosa y el Marques Del Bosque. Ahí es nada, o mucho depende se mire.
Al primero se le concede dicho título después de haber ganado el Nobel de Literatura, recompensa más que merecida a su obra. Y se le convierte en Marques, por gracia de Juan Carlos I, en base a “extraordinaria contribución, apreciada universalmente, a la literatura y a la lengua española”. Nadie duda, al menos yo no, de que el señor Vargas Llosa merece cuanto premio literario tengan a bien otorgarle. Pero, como preguntaba una buena amiga peruana, ¿hacía falta hacerle Marqués?
Al segundo se le otorga, el título, después de haber sido capaz ya no solo pasar de cuartos sino de ganar todo un mundial con la selección de futbol. Y se le convierte en un noble, por la gracia de un Borbón, y “por la gran dedicación al deporte español y su contribución al fomento de los valores deportivos". Me gusta Vicente, me cae bien, pero de ahí a lo que acabo de contar media un mundo.
Ambos títulos son hereditarios, con lo cual tenemos marqueses de Vargas Llosa y Del Bosque pa los restos, ya que difícilmente perderán tal honor.

Este tipo de cosas, este tipo de actos sin sentido son los que hacen replantearme si hemos avanzado un mínimo o si seguimos anclados en los tiempos de la segunda de las acciones que han acabado con mi poca paciencia hacía los títeres más bien pagados de este país.

Ahora retrocedemos unos cuantos siglos en el tiempo y nos plantamos en 1714. Año de la derrota de Catalunya en manos de las tropas borbónicas durante la guerra de Sucesión Española. Hablamos de la época de Felipe V, el primer Borbón.

Hoy iba a celebrarse en un pequeño pueblo de la Catalunya central La Gleva un acto en recuerdo a los 120 patriotas catalanes muertos allí en manos de las tropas borbónicas. Iban a dispararse salvas de honor, lo iban hacer los trabucaires. Pero no ha podido ser así, se han prohibido esas salvas de honor. ¿Porqué? pues el motivo no es otro que un informe de la GUARDIA CIVIL quien considera que este acto no es una fiesta popular reconocida, en base a ello la subdelegada del gobierno español en Catalunya decide prohibir las salvas, dándose el caso de que si se producen la delegación del gobierno podría retirar la licencia de armas a los autores e incluso requisarselas.

Alucinar, cuando lo leía en sendos artículos de Nació Digital es poco.
De verdad alguien puede pensar que un acto de estas características puede ser una fiesta popular? en que país vivimos?
La Guardia Civil aun tiene los mismos privilegios y el mismo peso que hace cincuenta años o es que hemos retrocedido por el túnel del tiempo?
No le veo la lógica ni el sentido. Se puede estar, o no, de acuerdo en estos actos, pueden entenderse, o no. Pero de ahí a decir que no es una fiesta popular.... manda huevos!!! Que estamos hablando de la masacre de 120 personas que murieron en manos de un ejercito, que entró en sus tierras cual elefante en cacharrería. Hablamos de rendir honores a unos patriotas no de el baile del farolillo.
Está claro que la guardia civil necesita clases urgentes de cultura popular y de historia.

Ambos casos no tienen nada que ver el uno con el otro, pero si tienen un denominador común, el primer y el último, hasta el momento, Borbón.

Solo me queda añadir....Viva la República!!!!!!


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