jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Ya es Navidad?

No ha terminado aún Octubre y en el hipermercado donde realizo la compra semanal ya andan poniendo turrones. En el expositor de al lado tenemos aun las castañas, moniatos y panellets (soy catalana y es la tradición en mi tierra) que toca comerse en estas fechas. Pero los turrones ya están ahí.

Abro mi correo electrónico y veo que tengo uno del vivero donde suelo comprar mis plantas y florecitas - lugar donde además venden todo tipo de velas, cositas variadas para la decoración de tu casa así como complementos y comida para mascotas - ya me anuncian que a principios de noviembre abrirán la sección navideña. Estos al menos dejan pasar el día de difuntos sin la alegría pre navideña (para mi equiparable a la premenstrual... amos que de alegría poca por no decir nada).Deben separarlo dos días en el tiempo por no agobiarse y en vez de un ramo de crisantemos darle a la apenada familia, que va camino del cementerio, un ramo de muérdago o uno de bolitas para el árbol, quedaría feo.

Las tiendas de mi pueblo ofrecen lotería navideña desde hace unas tres semanas. Y las noticias de Telecinco nos cuentan que en Madrid han empezado a colgar las luces, típicas de estas fechas, cuando aun no estamos en Noviembre. Aun no lo he visto, pero sospecho que en Barcelona pasa lo mismo.

Porque no respetamos un poco el calendario y vamos por orden cronológico?
A ver... no se quien es el cerebro de este avance navideño o si también de eso tenemos que darle la culpa a la crisis o al gobierno- total ya están acostumbrados a cargar con todas las culpas habidas y por haber – pero mi lógica me indica que a medianos/finales de Octubre lo que toca es celebrar la castañada, la noche de difuntos o si nos invade el espíritu americano Halloween, pero no la Navidad.

A mi lo único que me produce este adelanto, cada año más patente, de las fiestas navideñas es hartazgo. Cuando llegan los días señalados me sale el turrón por las orejas, aunque no lo haya probado aun, odio los villancicos que hace más de un mes que suenan, empalagosamente, por todas partes y solo me quedan ganas de atascar la chimenea para que el pobre Santa Claus se vuelva a su país, pero esta es otra historia que contaré otro día. Y me da en la nariz que no soy la única “rarita” a quien le ocurre esto.

0 comentarios:

Publicar un comentario