martes, 21 de diciembre de 2010

Feliz Hipocresía 2010!

Quedan apenas cuatro días para la Navidad. Cenas y comidas familiares por doquier. Tiempo de Paz y alegría de sentarse en la mesa con nuestros seres queridos. O eso es al menos lo que nos vende.

La realidad es otra muy distinta

Hemos entrado en la época más hipócrita del año. Y lo es por varias razones, la principal porque muchos de nosotros – y no puedo más que incluirme en esta categoría, y seguramente en alguna más- nos ponemos a celebrar algo en lo que no creemos ni por asomo. Pero parece que es lo políticamente correcto y en eso andamos. Montamos el Belén y plantamos el arbolito con sus lucecitas, vestimos la casa para la ocasión y nos despachurramos los sesos pensando en el regalito adecuado para cada uno.

Es Navidad y por ello nuestros estómagos tienen que reventar en cada comida que celebremos, debemos comer como posesos unos menús que en muchas ocasiones se escapan a lo que es permisible para nuestra economía, pero antes muertos que sencillos y hay que im-presionar (con dos palabras) a la cuñada que viene a cenar a casa.

Seguimos con la mesa... hay que sentar en ella a toda la parentela por mucho que nos repatee los higadillos hacerlo, y además con buena cara, que es Navidad!. Que no ves a tus hermanos más que dos veces al año y por puro compromiso? no pasa nada, en Navidad los invitas a tu casa y les sirves con tu mejor sonrisa. Luego cuando pase casi un año más sin verles a pesar de que uno vive en el mismo pueblo que tú y el otro solo a 4 míseros km de distancia, no pasa nada, llegará una nueva Navidad!.

Hay crisis, trabajas en la construcción – lo de trabajar es ironía de la fina, que llevas tres años de chapuza en chapuza cuando hay suerte de que haya chapuzas por hacer- y tu economía está mas helada que un frigo dedo? no pasa nada, es Navidad! y los sobrinos necesitan tu regalo aunque tus hijos no lo tengan de sus tíos -que tiene dos negocios propios que funcionan perfectamente - porque hay crisis tienes que entenderlo, que es Navidad!

Pones buena cara a todo, besuqueas a todos y tragas bilis para el resto del año. Eres el perfecto anfitrión y tu espíritu navideño está que se sale. Eres el amo!

Otra cosa es cuando en la intimidad de tu casa o en petit comité confiesas que odias la Navidad y que lo único que te apetece es encender la chimenea –que no tienes- y quemarle el culo a Papa Noel para que se vuelva por donde a venido. Que tu carta de Reyes es concisa y precisa : quieres Prozac en dosis interminables para poder aguantar lo que viene y lo que sabes que vendrá


Feliz Hipocresía 2010!!!!!

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